Malos tiempos para la lírica

Parece ser que en Budapest han pasado una noche poco habitual. La filtración de unas cintas en las que el primer ministro reconocía medias verdades en su ascenso al gobierno
ha originado cierto mal estar y han desembocado en decididas protestas que causaron un trabajo extraordinario a los servicios sanitarios y civiles de la ciudad. Parece que la conciencia ciudadana de esta joven democracia se ha asentado con fuerza en muy poco tiempo.
Éste hecho de alguna manera me hace sentir una cierta vergüenza de la actitud y la madurez del lugar en el que vivo. En los últimos años, nos hemos visto rodeados de constantes escándalos políticos. Un día detrás de otro, amanecemos con portadas de prensa que aluden a todo tipo de irregularidades, mentiras públicas, tramas orquestadas para hacerse con el poder, Estafas, amiguismos, y nada parece alterar el estado indolente de los ciudadanos. Continuamos viviendo ajenos a la realidad, permitimos el constante abuso de los grupos de poder, más allá de la ideología del ejecutor. En estos tiempos de agitación política, de enfrentamientos entre regiones, despertar de viejos rencores históricos, agrandamiento de las diferencias sociales, parece que la ciudadanía permanece impertérrita, ausente. Solo nos limitamos a comentar nuestra creciente indignación, pero nadie parece tomar ninguna iniciativa. No será cómo alguien dijo que " cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. Habría que reflexionar cómo hemos llegado a esta situación? cómo somos dirigidos por unos políticos que no inspiran el respeto de nadie. Más allá de las ideologías, este país vive dormido, o mejor dicho adormecido por las mentiras, por las falsas promesas. Perdemos nuestra cultura día a día y a nadie parece importarle lo más mínimo.. las nuevas generaciones son privadas del más mínimo espíritu critico fruto de una pésima educación.....Hacia dónde nos dirigimos?